Filtro para riego de arena manual ONIX con difusores de brazos colectores
La filtración de arena es el método más eficaz: Retiene partículas orgánicas e inorgánicas.
Protección anticorrosiva de doble barrera: tanques revestidos de epoxi con recubrimiento adicional de poliéster.
Ideal para el riego por goteo subterráneo en cultivos leñosos y para aguas con alto contenido en partículas orgánicas e inorgánicas.
Los filtros de arena son depósitos metálicos, llenos en un 70% de arena que se considera el lecho filtrante y que retienen en la parte superior de la arena todas las partículas de materia orgánica e inorgánica que se encuentren en el agua.
Por ello los filtros de arena son la mejor opción donde se requieran eliminar sólidos en suspensión, como en aguas de ríos, embalses, balsas de fincas y aguas residuales.
Distintos materiales de filtración:
Arena de sílice o volcánica, cristal de filtración... Sus características filtrantes dependen de la granulometría del lecho filtrante, para conseguir el filtrado necesario.
Para realizar un buen filtrado de arena, el lecho filtrante no debe bajar de los límites marcados por el fabricante.
Tampoco debe estar lleno al máximo de arena ya que necesita poder expandirse en el proceso de retrolavado.
La filtración es producida por la entrada de agua a presión a través de la arena desde la parte superior en sentido descendente, donde quedarán retenidas las partículas.
El agua pasará limpia a través de la arena hasta llegar a la parrilla de brazos colectores, que tienen ranuras de entre 0.25 mm. y 0.50 mm., para dejar pasar sólo el agua y no la arena.
Cuando la diferencia de presión entre la entrada y la salida llegue a 0,5 BAR como máximo, es el momento de hacer un retrolavado para que la arena recupere su capacidad filtrante.